Dublín

Lo primero que se me viene a la mente al escuchar “Irlanda” es el color verde. Y sin duda todo su país parece que esta tenido sobre un jardín verdoso. Hay muchas áreas verdes en esta gran isla que lo conforma. Pero no hay Irlanda sin su gran cultura e historia en la que se formó.

Y no se puede llegar aquí sin antes visitar la gran metrópoli de Dublín. Nomás con eso me llega el sabor de una gran Guinness, la cerveza oscura que se originó en St. James Gate. No te quedes con las ganas y visita su fábrica hecha museo, conoce su historia y aprovecha para tomarte una cheve en lo alto del museo (con una vista de Dublín).

Si quieres turistear a gusto y con calma, date un paseo en Grafton Street. Una calle peatonal en donde encontraras pubs, restaurantes y tiendas de recuerdos. Puede que sea algo turístico, pero realmente aquí puedes absorber un poco de la hospitalidad irlandesa. Hablando de, prueba un desayuno irlandés, ¡Buenísimo!

De pasada, cerca de Grafton Street, está el parque St. Stephen’s Green. Un buen parque para pasar el rato y disfrutar un poco del aire que se respira en la ciudad, además que podrás apreciar más los árboles. Cerca de ahí también se presenta el gran show Riverdance, donde se celebra la danza y música irlandesa tradicional.

Por último, recomendamos ir a la Playa de Bray. Aunque realmente no esta dentro de Dublín, sino un poco al sur. Usualmente las playas se llenan de nubes grises, pero no le quita lo bello que se puede disfrutar, inclusive en día Se puede disfrutar de una buena comida en The Porthhouse Brewery, y además de tomarte una buena bebida, ¡tal vez otra Guinness!

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